MIS TRES DÍAS DE DESIERTO




Como preparación para el ingreso a la etapa del noviciado hemos tenido tres días de retiro espiritual en las que estuvimos reflexionando sobre el fundamento de la comunidad, la comunidad y la oración, y la comunidad y la Eucaristía.
En el tema de la comunidad reflexionábamos tomando como punto de referencia la primera comunidad cristiana que la encontramos en los textos de Hch. 4, 42-47 y Hch. 4, 32-35 y un aspecto que resaltaba era que Lo tenían todo en común.

Y en relación a la comunidad y la oración veíamos tres secretos agustinianos: vivir siempre recogidos en el centro vital que es Dios, la oración continua, el deseo de Dios, de la vida eterna y las jaculatorias, para la concentración en la oración. Y profundizábamos más el tema viendo la oración por excelencia la oración del Padre Nuestro, (Lc. 11, 1-13) puesto que en ella se congrega a todos los hijos de Dios cuando rezamos, por eso la insistencia de orar con el corazón y no solo con la voz.
La Comunidad y la Eucaristía, están vinculadas íntimamente pues ambos son Cuerpo de Cristo, que la comunión con Dios nos debe llevar a la comunión con los hermanos, es decir, hay que vivir una comunión plena con Cristo Cabeza y Cristo Cuerpo. Y profundizando con el texto de; 1Cor. 12, 12-30.

Por lo tanto la invitación que el Señor me hacía es la de vivir desde los criterios de la primera comunidad cristiana poniendo todo en común, que en la liturgia no oro personalmente sino que es orar desde la comunidad y sabiendo que ella es Cuerpo de Cristo y por último permanecer en la unidad alimentándome espiritualmente de la Eucaristía.

Cruz Ajpacajá. Novicia MAR


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