PATRONO DE LOS JÓVENES Y LAICOS QUE SE DEDICAN AL APOSTOLADO


SAN GABRIEL DE LA DOLOROSA (El bailarín que llegó a la santidad.)


Nació en Asís (Italia) en 1838. Era el décimo entre 13 hermanos. A los 4 años quedó huérfano de madre. El papá, que era un excelente católico, se preocupó por darle una educación esmerada, mediante la cual logró ir dominando su carácter fuerte que era muy propenso a estallar en arranques  de ira  y de mal  genio.

Era sumamente esmerado en vestirse a la última moda,  sus facciones elegantes  y su fino trato, a la vez que su rebosante alegría y la gran agilidad para bailar,  lo hacía el preferido de las muchachas en las fiestas. Sus amigos lo llamaban "el enamoradizo". Pero los amores mundanos eran como un puñal forrado con miel". Dulces por fuera y dolorosos  en  el alma.

Al terminar su bachillerato, y cuando  ya iba a empezar sus estudios universitarios, Dios lo llamó a la conversión por medio de una grave enfermedad. Lleno de miedo prometió que si se curaba de aquel mal, se iría de religioso. Un día asiste a una procesión con la imagen de la Virgen Santísima  y en plena procesión levanta sus ojos hacia la imagen de la Virgen y ve que Ella  lo mira  fijamente y le dice: "Tú no estás llamado a seguir en el mundo. ¿Qué haces, pues, en él? Entra en la vida religiosa". Ante esto  ya no puede resistir más. Se va a donde su padre a rogarle que lo deje irse de religioso. Entra  a una comunidad bien rígida y rigurosa, los Padres Pasionistas.

Al entrar de religioso se cambia el nombre por Gabriel de la Dolorosa. Gabriel, que significa: el que lleva mensajes de Dios. Y de la Dolorosa, porque su devoción mariana más querida consiste en recordar los  siete dolores o penas que sufrió la Virgen María. Desde entonces fue un hombre totalmente transformado. A un religioso le aconsejaba: "No hay que fijar la mirada en rostros hermosos, porque esto enciende mucho las pasiones". A otro le decía: "Lo que más me ayuda a vivir con el alma en paz es pensar en la presencia de Dios, el recordar que los ojos de Dios  siempre me están mirando y sus oídos me están oyendo a toda  hora  y que el Señor pagará todo lo que se hace por él, aunque sea regalar a otro un vaso de agua".

Falleció el 27 de febrero de  1862 y fue beatificado en 1908, por San Pío X. 


ORACIÓN: San Gabriel de la Dolorosa: pídele a la Santísima  Virgen por tantos jóvenes tan llenos de vitalidad y de entusiasmo para que encaucen las  enormes fuerzas de su alma, no a dejarlas perderse en goces mundanos, sino a ganarse un gran premio en el cielo dedicándose a salvar su propia alma y la de muchos más.


Claudia Puac 
Novicia MAR

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