SACRAMENTO DEL BAUTISMO Y LA EUCARISTÍA; Y NATURALEZA DE LA IGLESIA

1.  En un ambiente de oración, reflexione lo que significa para usted los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía.

El Bautismo es el momento en donde consagramos nuestra vida a Dios, somos sus hijos y parte de la gran familia de la Iglesia.

Jesús dejó su mandato de ir por todo el mundo a predicar su mensaje y hacer discípulos suyos… respondiendo a mi ser de bautizada quiero reafirmarlo mediante la consagración religiosa. Ahora cogiendo yo sola la Luz que antes me ayudaron a tomar quiero responder con todo lo que soy a la llamada que Dios me hace.

La Eucaristía es el Sacramento que alimenta el alma. En ella realizamos el memorial del sacrificio en la cruz que Cristo hizo por cada uno de nosotros. Cada vez que el sacerdote parte la Ostia es Cristo mismo que se parte para ser repartido, me invita a partirme también para ser pan para mis hermanos, donándome al igual que lo hizo Él.

Además la Eucaristía es lo que me anima, me alienta, me da fortaleza para seguir caminando tras el Señor. Le doy gracias a Jesús por dejarnos su Cuerpo y su Sangre, ellos son vida y por ellos nos unimos en comunión con Cristo y su Iglesia.

2. ¿Cuál es la naturaleza de la Iglesia?

Naturaleza de la Iglesia:


La Iglesia en su naturaleza es misionera. Jesús el Salvador universal, vivió haciendo el bien, Jesús salía al encuentro de los más necesitados, curándolos, dignificándolos, escuchándolos… sin importarle ser criticado: “este come con pecadores”, llegando así al camino de la pasión y de la cruz. Jesús tal como lo había anunciado a sus apóstoles resucitó al tercer día, después se apareció a sus discípulos compartió con ellos y finalmente subió al Padre dejando su mandato “Id al mundo entero, anuncien el evangelio y hagan discípulos míos, yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo”.

La Iglesia fiel al mandato del Señor está llamada a continuar su misión, llevando al mundo entero sin excluir a nadie el buen olor de Cristo.
Todos los bautizados somos discípulos y consagrados a Dios, toda la Iglesia por tanto está llamada a continuar la misión de Jesús.

Recordemos que en Pentecostés se nos ha dado al Espíritu Santo en plenitud y Él es quien nos acompaña y guía en la respuesta generosa que le damos a Dios en sus Planes divinos.
NOVICIADO MAR

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