LECTIO DIVINA PRIMER DOMINGO DE CUARESMA CICLO C, SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (4, 1-13)
“No sólo de pan vive el hombre”
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo, desciende sobre mí e ilumina mi mente y
mi corazón
para que pueda
acoger y hacer vida tu palabra.
Ayúdame a distinguir entre lo bueno y lo malo,
Entre lo correcto y lo inapropiado.
Sé la guía de mi corazón, para que pueda agradar al Padre
por medio de Jesús.
Amén.
CONTEXTO
Queridos hermanos el pasado miércoles de
ceniza hemos comenzado el tiempo de cuaresma y este es un tiempo muy especial,
de recogimiento, de examen y de meditación, a lo largo de estos 40 días nos
vamos a preparar para la Pascua del Señor.
El evangelio del día de hoy nos presenta la
triple tentación del diablo a Jesús, Él es llevado hasta el desierto para ser tentado. El desierto es el
contacto con nuestro interior, con la soledad y el silencio, no es solamente un tiempo de proximidad con Dios, sino
también un tiempo de prueba. Jesús asume la prueba del Pueblo escogido y, en el
mismo campo en que éste fue vencido (ver Dt 8), Jesús venció, permaneciendo
fiel y mostrándose como hijo obediente al Padre.
Del santo
Evangelio según san Lucas (4,1-11)
1Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán y
era conducido por el Espíritu en el desierto, 2 durante
cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo
de ellos, sintió hambre. 3Entonces el diablo le dijo: «Si eres
Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.» 4 Jesús
le respondió: «Está escrito: No
sólo de pan vive el hombre.» 5 Llevándole luego a
una altura le mostró en un instante todos los reinos de la tierra 6 y
le dijo el diablo: «Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque me
la han entregado a mí y yo se la doy a quien quiero. 7 Si,
pues, me adoras, toda será tuya.» 8Jesús le respondió: «Está
escrito: Adorarás al
Señor tu Dios y sólo a él darás culto.» 9 Le llevó
después a Jerusalén, le puso sobre el alero del Templo y le dijo: «Si eres Hijo
de Dios, tírate de aquí abajo; 10 porque está escrito: A sus ángeles te encomendará
para que te guarden.
11 Y: En sus manos te llevarán
para que no tropiece tu pie en
piedra alguna.» 12 Jesús le respondió: «Está
dicho: No tentarás al Señor tu
Dios.» 13 Acabada toda tentación, el diablo se
alejó de él hasta el tiempo propicio.
¿QUÉ DICE
EL TEXTO?
Veamos las tres tentaciones:
Satanás se apoya en la primera tentación en la
necesidad de Jesús, extenuado por el largo ayuno, y, aferrándose a las palabras
de la teofanía, le sugiere que se ayude de sus poderes sobrehumanos en su
propio beneficio. Sin embargo, Jesús no
cae en la trampa. El alimento del que se alimenta es ante todo el de la palabra
de Dios. (Dt 8,3).
La segunda tentación consiste en la búsqueda
del poder y de la riqueza. Proponiéndole el dominio sobre los reinos de la
tierra. Satanás quiere empujar a Jesús a un mesianismo de carácter político y
además quiere que el resultado sea adorarlo a él, pero Jesús responde
nuevamente con la escritura (Dt 6,13).
La tercera tentación consiste en presumir de
la ayuda de Dios. Esta vez es Satanás quien cita la Escritura (Sal 90), aunque
tergiversando su verdadero significado. Jesús no se deja seducir: él está
seguro de la protección de Padre, pero no quiere abusar de ella para fines que
son extraños a su designio, pues eso sería tentar a Dios. (Dt 6, 16)
¿QUÉ ME
DICE EL TEXTO?
El texto de este día me invita a revisar mi vida desde lo profundo del
corazón y a ver en ella la acción de Dios.
Aparecen dos personajes en el texto: Jesús y el diablo los cuales me
llevan a reflexionar en dos aspectos:
·
En primer lugar, el
diablo: no encuentra como presentarle la tentación a Jesús, insiste de
varias maneras, él quiere que el hijo de Dios le acepte sus propuestas y está
convencido que él lo va a aceptar, pero no logra llevar a feliz término sus
planes ya que es vencido por la verdad.
·
Por otro lado, Jesús
me muestra la fidelidad, él está atento a todo lo que el mal le ofrece,
veo una confianza infinita en la voluntad de Dios, no duda en rechazar la
oferta tan seductora que le ofrece el diablo.
¿QUÉ LE
DIGO YO A DIOS?
Señor, te
agradezco tanta misericordia, tu sabes que son muchas las ocasiones en que yo
te he fallado, he caído en el pecado, no he sido siempre fiel y no he confiado
lo suficiente en ti, en cambio tú sigues aquí conmigo, caminas a mi lado y me
sostienes muy fuerte.
Te pido Señor,
fe, confianza y valor, para seguir adelante con perseverancia y entrega,
ayúdame a transparentar mi vida a la luz de tu verdad y aunque haya momentos en
los cuales no encuentre salida, en ellos confíe más en ti y haga una entrega
completa a tu amor.
Fuentes:
Libro: LECTIO DIVINA PARA LA VIDA (El
evangelio de Lucas)
Diana Gómez
Novicia MAR
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