TU PUEDES SER BENDICIÓN


Sí, así es, tú puedes ser bendición para otros, ¿cómo? Dando palabras de aliento, regalando gestos de amabilidad, con miradas que inspiran confianza y ternura, con silencios que muestren respeto y cercanía. Puedes ser agua fresca que alivia y sacia la sed de muchos, no sólo material también espiritual, sed de Dios… puedes ser bendición limpiando las heridas de los demás, siendo mano amiga que apoya, anima, sostiene y sosiega. Puedes ser bendición dando una caricia transparente que sosiega y transmite paz, siendo luz en el camino de muchos que no saben hacia dónde dirigirse.

Puedes ser bendición siendo eco de la música de Dios, de las bendiciones que Él da a tu vida.




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