LAS ENSEÑANZAS DE LAS FLORES
Hay un lugar donde me siento para el
momento de devoción personal cada mañana. Desde allí, puedo mirar por la
ventana y ver el cielo y la copa de un árbol. Las flores prácticamente se han
ido junto con la primavera.
Pero, una mañana descubrí un hermoso
ramo de flores pequeñas en una rama. Era un regalo especial para mí. Entonces
pensé en todas aquellas flores que crecen en lugares donde nadie las puede ver.
Florecen y mueren haciendo lo que se supone que deben hacer. Levantan sus
pequeños rostros al cielo, en alabanza silenciosa a Dios, bendiciendo a las
abejas y las mariposas. El mundo se ha enriquecido simplemente por su
presencia, incluso si las personas nunca ponen sus ojos en ellas.
Nosotros podemos ser como esas
flores: pequeñas y aparentemente insignificantes, pero importantes en el gran
plan del universo. Podemos sentir que lo que estamos haciendo no tiene mucho
valor, sin embargo, podemos agregar belleza a un mundo sombrío compartiendo una
palabra amable o una sonrisa. Las cosas pequeñas pueden tener un gran
impacto. Como las flores, podemos crecer para bendecir ricamente a otros
con el simple hecho de vivir la vida para la que fuimos llamadas.
Ahora piensa acerca de las personas
que están a tu alrededor. ¿Cómo sería el mundo si las personas solo trabajaran
para recibir reconocimiento y alabanza?
Novicia MAR
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