LECTIO DIVINA - CICLO “A”- DEL EVANGELIO SEGÚN MATEO 4, 12-23


«Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.»

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
CONTEXTO
Queridos hermanos el evangelio de este día nos muestra cómo la noticia del apresamiento del Bautista lleva a Jesús a hacerse preguntas sobre su misión. Lejos de atemorizarse, reconoce que, al igual que Juan, Él ha recibido un llamado de Dios y toma decisiones para responderle. Ya no vivirá en Nazaret, pueblo donde creció, sino que vivirá en Cafarnaúm. Este gesto, impulsado por amor de Dios y a la humanidad, logra transformar el lugar, pues allí Jesús predica el Reino de los cielos, enseñando y curando en una tierra que anhelaba el paso de Dios. Al final, la Palabra toma un tinte vocacional y nos presenta de nuevo el llamado de los primeros discípulos, quienes fueron elegidos para ser pescadores de hombres. Asimismo, el gran celo misionero de Jesús era de total entrega y salida al encuentro de todo el pueblo anunciando la Buena Nueva y compadeciéndose de todas sus dolencias, invitando así a otros para que se unan a su gozo como pescadores de humanidad.

TEXTO
Evangelio, según San Mateo 4, 12-23
12. Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea.
13. Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí;
14. para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías:
15. ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles!
16. El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido.
17. Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.»
18. Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado
Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores,
19. y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.»
20. Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron.
21. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó.
22. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.
23. Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

¿QUÉ DICE EL TEXTO?
La lectura, nos pone a reflexionar cómo es el interés que el evangelista tiene en el cumplimiento de las Escrituras.
En el comienzo de este texto, y retomando lo reflexionado en el texto del domingo anterior, cuando Juan el Bautista es puesto en la cárcel, por Herodes Antipas y Jesús se va a Galilea y se instala allí para dar cumplimiento a la profecía de Isaías que está en el Capítulo 9. Las regiones de Galilea, que vivían “en la oscuridad” ahora ven una gran luz.
El tema de la luz, que brilla en medio de las tinieblas es una forma muy importante para destacar en todo el ministerio de Jesús. La luz de la estrella, la luz del Mesías. Y a todos los que viven en la oscuridad, Dios otorga su luz por medio de su Hijo.
Y el discurso de Jesús aquí era muy sencillo, pero muy profundo: “Vuélvanse a Dios”.
Volverse a Dios significaba un cambio radical de vida. Dejar las malas costumbres y vivir de acuerdo a como Dios nos manda. Esto se dice como “metanoia” es decir transformación, conversión.
En la segunda parte del texto, tal vez la más conocida, y narrada por los demás evangelistas sinópticos, es la llamada de los primeros discípulos. Llama la atención la forma inmediata en que los llamados a seguir a Jesús, dice el texto: “dejando sus redes… dejando a su padre con las barcas…” siguieron a Jesús. Mateo nos propone una radicalidad en la conversión. Estar convertido, es seguir a Jesús, cambiar de vida, dejarlo todo y emprender un nuevo camino.
Este nuevo camino es el anuncio de la “Buena Noticia”, o sea el Evangelio.

¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
Ante este texto tan importante, debo preguntarme:
· ¿Cuáles son las prisiones que tengo yo en mi vida? ¿las cosas que me impiden vivir en libertad?
· Jesús llega a las regiones para cumplir las profecías. ¿He dejado que la luz de Cristo me ilumine?
· ¿Qué significa hoy volverse a Dios?
· ¿Mi conversión es clara ante los demás? ¿Las otras personas descubren que yo sí estoy verdaderamente en el camino del Señor? ¿cómo lo descubren?
· ¿Anuncio la Buena noticia de Jesús? O ¿soy tímido en este anuncio?
· ¿Cómo me llama a mí Jesús hoy?
· Los discípulos dejaron sus redes y su familia para seguir a Jesús: ¿Cuáles son las cosas que me impiden hoy seguir a Jesús? ¿cómo puedo superar esto?
· ¿A qué misión me llama hoy Jesús a mí?
· ¿Me dispongo a dejar todo por Jesús?
¿QUÉ LE DIGO YO AL SEÑOR?
Hoy Señor quiero darte gracias por tu Palabra de cada día, alimento de vida, porque nos has hecho participes de la misión en tu Reino y porque no nos has impuesto una carga que no podamos llevar; todo lo contrario, en tu infinita sabiduría nos has mirado y nos has puesto en el lugar donde mayor bien podemos obrar. Ten misericordia de nosotros, amado Señor, si en algún momento hemos desviado nuestro apostolado para servirnos a nosotros mismos y no a los más necesitados, olvidando que hemos sido llamados a predicar, sanar y consolar. Nos acogemos al amparo de la Santísima Virgen María, para que, a ejemplo de ella, siempre estemos disponibles para donar nuestra vida al servicio de los demás. Amén.

Fuentes:
Libro: Minutos de amor
Diana Gómez
Novicia MAR

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