DEMOS EL PASO EN LIBERTAD
Queridos hermanos en
este día quiero compartirles esta reflexión sobre el tiempo pascual, demos ese
paso de vida al cual nos invita el Señor.
La pascua no es
contemplar pasivamente las veces que Jesús pasa por mi vida, no es esperar en
la puerta de mi vida a que Él vaya a pasar y saludarlo como si fuera un viejo
conocido que pasa por mi casa. Jesús no es como el panadero que pasa todos los
días por el vecindario, Jesús no me va a vender poquitos de vida eterna. Cristo
es el CAMINO que me lleva a la VERDAD y esta verdad me da VIDA. Él no pasa por
gusto, quiere entrar, quiere limpiar mi vida, quiere convertirla. La cuaresma
es sinónimo de conversión, la pascua es sinónimo de vida nueva para todos
aquellos que hemos decidido dejar atrás el hombre viejo. Es necesario dejar que
en la cruz de Cristo mueran nuestros defectos, nuestras equivocaciones e
imperfecciones, en otras palabras, en la cruz tiene que quedar mi rebeldía,
impulsividad y promiscuidad, mi orgullo y soberbia; mi egoísmo e
individualismo, mi indiferencia, pereza y pasividad; mis miedos e
inseguridades, porque Jesús por su sacrificio en la cruz ya me liberó de toda
esa carga y me ha dotado de la libertad de un hombre nuevo, de la libertad de
los hijos de Dios.
Pascua significa
entonces libertad, pascua significa vida, una vida nueva. Si en la cruz mueren
mis cadenas, en la pascua vivo la plenitud de la libertad fruto del sacrificio.
Jesús está pasando en
estos momentos por mi vida y quiere que le entregue mis cadenas de esclavo, él
ya dio su pascua (paso) y me está invitando a que yo de MI PASCUA.
Diana Gómez
Novicia MAR
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