LECTIO DIVINA. 8º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO A – Mateo 6,24-34


“Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se les darán por añadidura”.

ORACIÓN  INICIAL:
Señor  te  damos  gracias por tu entrega generosa  a  cada  uno de nosotros, gracias por tu palabra  que  nos   alimenta  cada día,  te alabamos  porque  a diario  nos das  pruebas  de  tu  amor  y de tu misericordia  por  medio de  las  invitaciones  y  la Santa  Eucaristía,    te  pedimos  que  nos  envíes  tu Santo  Espíritu   para  que  abra  nuestra  mente  y  nuestro  corazón y para  que tu  palabra  penetre  en el  fondo de  nuestro ser. Ven  Espíritu  Divino  fortalécenos  con  tus  dones  y  ayúdanos  a  desear los bienes  de  cielo.  Amén.

Puedes acceder por medio de este link a la reflexión del Evangelio sonoro de este domingo
https://drive.google.com/file/d/0B2Pb_ODVLt4lTzhMY2Z0OWpDZDQ/view?usp=sharing

CONTEXTO: 
La  lectura  del  evangelio  de  hoy  viene del “ Sermón de  la  montaña”  desarrollada probablemente de  las  bienaventuranzas, “dichosos  lo  pobres  de  Espíritu  porque  de  ellos  es  el  reino de  los  cielos”  o de la  invitación del  padre nuestro  “danos el pan de  cada  día”. Para  conocer  las  exhortaciones    de  Jesús  es  importante  saber  su temática  y literatura para  comprender   mejor las  características  que nos  presenta. 

TEXTO  BÍBLICO:   DEL SANTO  EVANGELIO SEGÚN  SAN  MATEO  (6, 24-34)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o bien obedecerá al primero y no le hará caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero. Por eso les digo que no se preocupen por su vida, pensando qué comerán o con qué se vestirán. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Miren las aves del cielo, que ni siembran, ni cosechan, ni guardan en graneros y, sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes más que ellas? ¿Quién de ustedes, a fuerza de preocuparse, puede prolongar su vida siquiera un momento? ¿Y por qué se preocupan del vestido? Miren cómo crecen los lirios del campo, que no trabajan ni hilan. Pues bien, yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vestía como uno de ellos. Y si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy florece y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe? No se inquieten, pues, pensando: ¿Qué comeremos o qué beberemos o con qué nos vestiremos? Los que no conocen a Dios se desviven por todas estas cosas; pero el Padre celestial ya sabe que ustedes tienen necesidad de ellas. Por consiguiente, busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se les darán por añadidura. No se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá ya sus propias preocupaciones. A cada día le bastan sus propios problemas".    

¿QUE DICE EL TEXTO?
·            Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro. no pueden ustedes servir a Dios y al dinero.  Jesús no dice esto como aviso, sino como hecho – no dice que no debemos servir a dos señores, sino que simplemente no es posible. El intento de servir a dos señores solamente nos frustrará y perderemos el tiempo. El amor y el odio no se refieren a las emociones que éstos expresan, sino que representan un dicho bíblico que significa ‘escoger’ o ‘no escoger’ (véase 5:43). Lo importante es que el servicio completo solo se puede rendir a un señor; si hay más de uno, cada decisión significa favorecer a uno y rechazar al otro.  Mammon – una palabra que, cuando capitalizada, suena como el nombre de un dios pagano Hoy lo llamamos Éxito o Ascensión o Prosperidad o la Buena Vida, y lo usamos como un marinero puede usar la estrella polar – para determinar el rumbo que tomamos – guiar nuestras vidas. Jesús dice que no podemos seguir a ambas, la estrella del marinero y la estrella de Dios.   Si intentamos virar entre las dos, solo nos llevará al abismo.

·                   No se acongojen  por su vida, pensando qué comerán o con qué se vestirán   “Congojarse” (griego: merimnesete – estar ansioso – aprehensivo de algún peligro posible o de alguna desgracia). Jesús no recomienda que seamos descuidados e irresponsables, pero nos pide que no nos dejemos distraer por preocupaciones. La preocupación deshabilita; la fe habilita. Ansiedad en cuanto a mammon es un cáncer del alma que tira contra los ricos, los pobres, y aquéllos en el medio: La persona rica está ansiosa de invertir bien para hacerse aún más rico – acumular casas a persona de clase media está ansiosa por la seguridad de su trabajo, el seguro médico, etc. La persona pobre está ansiosa por mantener un tejado sobre su cabeza y comida en la mesa.

·        Miren las aves del cielo, que ni siembran, ni cosechan, ni guardan en graneros y, sin embargo, el Padre celestial las alimenta.  Hablando de aves, “Jesús no dice que ‘su’ Padre celestial les alimenta, sino que ‘tu’ Padre celestial; el mismo Padre en que los que ansían han dejado de confiar provee las necesidades básicas como la comida y la ropa. El pedido aquí no es pasar de largo la belleza en vestidura (o en cualquier otra cosa), sino pasar de largo la ansiedad por al ropa (o por cualquier otra cosa). Es bueno disfrutar de los regalos bellos de Dios, pero no es bueno preocuparse por ellos. De nuevo, Jesús argumenta de menor a mayor. Si Dios cuida de las flores silvestres y la hierba, ¿no cuidará también de sus hijos?

·        Busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se les darán por añadidura.  “No os congojéis” (merimnesete – estar ansioso). KJV dice, “Por lo tanto, no penséis,” que suena como si Jesús prohíbe planear, pero ése no es el caso. El tema aquí es preocupación – ansiedad.

Jesús no dice que la comida y la ropa no sean importantes, sino al contrario, nos recuerda que el Padre – el que nos creó para ser humanos – conoce bien nuestra necesidad de comida, ropa, y “todas estas cosas. “No tenemos que persuadirle al Padre de esto, porque el Padre siempre lo ha sabido. Esto nos conforta, porque el Padre sea capaz de proveer nuestras necesidades “Buscad primero el reino de Dios” no significa primero en una secuencia de acciones, sino primero en prioridad. No es que debemos buscar el reino de Dios por una temporada y después ser libres para buscar otras cosas, sino que siempre debemos mantener el reino al frente de nuestras preocupaciones.

·       No se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá ya sus propias preocupaciones:   Ésta es una llamada para vivir en el presente. Mientras que puede ser importante conocer nuestra historia para aprender de ella – y para planear el futuro, así evitando que simplemente flotemos sin rumbo en el mar de la vida – podemos estar seguros que el Padre que proveyó para nosotros ayer también proveerá para nosotros mañana. Podemos confiar que no hay algo “ahí fuera en el futuro que destruirá nuestro valor humano, algo últimamente más fuerte que el cuidado de Dios, algún tiburón silencioso nadando hacia nosotros desde el futuro” (Long, 76).

¿QUE  ME DICE  O  NOS  DICE  EL  TEXTO?
Jesús  nos  invita  a  poner  nuestro  corazón  en  los  bienes  del  cielo, a  desear   volver  a  Dios.  El  mundo  actual  nos desvía  del  camino,  nos  seduce  con propagandas que llevan al consumismo  alejándonos de  nuestro  centro  y  de la  verdadera  felicidad  que es Dios.   

Jesús  nos  invita  a  no  frustrarnos  en  quedar  bien sirviendo  y amando  a  todos  los  amos  que se  nos  presentan,   solo a  uno  debemos servir  y amar  y es  a nuestro  creador,  con él  no  necesitaríamos  nada .

¿De qué  nos  preocupamos  tanto  si  Dios da de  comer  a  toda su  creación?. Nos  muestra  como  ejemplo  los  aves  del  cielo, las  flores  del campo  y  a  nosotros  también nos  dará  si  nos acercamos a  él  con  humildad  deseando  constantemente  estar  en  su  presencia, amando  a  nuestros prójimo, luchando por  crear  la  paz  en  nuestro  interior  y  en  el exterior. 

Hoy me  invita  a  buscar el  reino  de  justicia, paz  y amor , confiando en la  Santa  Providencia  de Dios. Me invita a vivir  tranquila  porque  sé  que  tengo  un  Padre  en el  cielo  que  me  ama  y  me  da  lo que  necesito  si se  lo pido  de corazón  y  con  humildad. 

¿QUE  LE  DIGO A DIOS?
Gracias,  Señor,  porque  cada día  nos  invitas  a  permanecer  en ti, gracias  porque  a  pesar  de  nuestras  infidelidades  tú  sigues permaneciendo fiel, gracias  Señor,  por  tu  invitación de buscar  los  bienes  que nos  ofreces y a desechar las  cosas  del  mundo (los falsos  ídolos  que   solo  generan en nosotros  angustia,  tristeza,  odio  y  frustración),  gracias  por  hacernos  ver  que  la  verdadera  felicidad  está en ti.
Si  volvemos a Ti  y  te  amamos  y  confiamos  en  tu  providencia  nos darás  las  cosas  que  necesitamos  como  lo  haces  con  los  aves y con las  flores del campos,  Señor,  ayúdanos  a  confiar  en ti,  auméntanos la  fe,  ayúdanos  a  vencer las  resistencias  de  nuestro  corazón  para  que  no  nos  afanemos  en el  futuro  y ayúdanos  a  vivir  el  presente  con  plenitud. 

ORACIÓN  FINAL
Dios  todopoderoso  y eterno,  nos postramos  ante  tu  divina  majestad  y  te  rogamos  que  nos  concedas  tu sabiduría para  que  comprendamos lo que  quieres de  nosotros.  Perdónanos, Señor  de  bondad,  porque muchas  veces  nos alejamos  de  Ti  buscando solo  los  bienes  materiales y las  cosas que  no  nos conviene para  nuestra  salvación.  Por esto, con humildad te  pedimos  que  alejes  de  nosotros  la  avaricia, el orgullo  y la envidia que tanto daño nos  hacen. Fortalécenos en  la  fe y llénanos  de tu luz, para que no  nos  dejemos envolver  por  tantas  cosas  que nos ofrece el  mundo.   Amén 


 GREGORIA  MARIA  CHUC  GARCIA/ NOVICIA,    MAR

Fuentes 

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